José Ramón me dio la oportunidad de poder trabajar con él durante casi un año y un verano. Cada día era una aventura, siempre de buen humor, con la paciencia suficiente para tratar con todo tipo de gente y para abordar cualquier situación. He aprendido mucho de Jose a lo largo de estos años.

Profesionalmente, he visto infinidad de casos, he aprendido que la constancia y mirar de cerca a tus pacientes , estén en un prado perdido o en un una hípica cercana, es importante para sacarlos adelante. Potros, cólicos,cojeras, abcesos… Una cosa, tras otra, buena planificación, toda la puntualidad que se pueda, sabiduría, paciencia, ganas y buen humor. Ha sido de esas estrellas que te ponen en el camino y que constituyen la base laboral que todos los polluelos necesitamos para volar del nido y que hoy en día, no todo el mundo da la oportunidad.

La oportunidad de hacer preguntas básicas, de poner intramusculares, intravenosas , sondar… Siempre estaré agradecida por todo lo que me llevé en la mochila, y por enseñarse ese amor a la profesión, valor y humildad. Así que ahora , como decía Eduardo Galeano, me toca a mí convertirme en esa gente pequeña que haciendo cosas pequeñas logran cambiar a otras personas y poco a poco al mundo.

María Camarero (Veterinaria en Alamo Pintado Equine Medical Center)